Enero, mes de la Prevención de Defectos Congénitos: Pauta preventiva 11
11. Hábitos y estilos de vida: 3. Tabaco y otras drogas.
Dentro de los llamados estilos de vida (aparte del alcohol sobre el que hemos hablado en la Pauta preventiva de ayer), se incluyen también el tabaco y las otras drogas. Las dos más consumidas tras el alcohol, son el tabaco, y cannabis, seguidos por la cocaína, y todos los otros tipos de drogas de diseño, junto con las nuevas que se van incorporando, llamadas drogas emergentes (setas mágicas, ketamina, salvia…).
¿Estos productos son peligrosos para el embrión y feto si se usan durante el embarazo? Todos ellos pueden producir graves alteraciones en cualquier momento del periodo reproductivo. Son substancias que afectan seriamente el estado de salud de las personas que las consumen, y están TOTALMENTE CONTRAINDICADAS, durante los tres meses de planificación del embarazo, durante el mismo y en todo el periodo de lactancia.
¿Qué tipo de alteraciones producen en los niños cuyos padres (la pareja) los consumieron durante tres meses antes de abandonar el método anticonceptivo, y cuyas madres lo hicieron durante el embarazo?
Depende del tipo de producto y de la dificultad para saber qué droga se utilizó. Así:
El tabaco: Desde hace muchos años se sabe que el tabaco causa disminución del peso en el recién nacido, y que el descenso se relaciona con el nº de cigarrillos al día. También se sabía que incrementa el número de abortos espontáneos y que es mayor dependiendo de la cantidad que se fume. Sin embargo, más recientemente se ha confirmado que causa múltiples alteraciones del desarrollo, entre las que podemos destacar: labio leporino, que puede ser de poca gravedad (ver figura) a mas grave,
gastrosquisis (rotura de la pared abdominal por la que sale parte del intestino) (ver figura), anomalía de Poland (falta de desarrollo de partes de un brazo con ausencia, o reducción grave, del músculo pectoral mayor, incluyendo la mama), así como otros defectos a largo plazo, con un incremento de riesgo para desarrollar cáncer durante la infancia.
Cannabis: Produce un incremento de abortos y retraso del crecimiento intrauterino, así como y alteración cognitiva y problemas de conducta a largo plazo.
Cocaína, heroína y drogas de diseño: Es muy difícil estudiar los efectos de estas drogas, por muchos motivos:
a) porque cuando un niño nace afectado por alguna alteración, es muy difícil saber si sus padres y, sobre todo su madre, utilizó alguna de estas drogas.
b) Saber la dosis es incluso más complicado.
c) Nunca se sabe con que productos están mezcladas.
d) Suelen concurrir otros factores de riesgo como: alimentación no equilibrada, consumición simultánea de alcohol y tabaco, infecciones, exclusión social…
No obstante, por los mecanismos de acción de alguna de estas drogas, en algunos estudios en los hijos de mujeres que utilizaron algunas de estas drogas se ha detectado que se producían malformaciones graves.
Recientemente, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ha mostrado los resultados de la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España 2011-2012, en la que se observan algunos datos alarmantes:
- La prevalencia del consumo diario del tabaco, disminuye en ambos sexos y en todas las edades, salvo en las mujeres de entre 15 y 34 años, donde se mantiene estable.
- En el caso de la cocaína, y aunque hay una tendencia descendente desde 2007, los principales consumidores son los que tienen entre 25 y 34 años. Sin embargo, aclaran que el número de hombres que la consumen es cuatro veces mayor que el de mujeres, lo cual no excluye que a través de ellos también se produzcan problemas reproductivos y de defectos congénitos en sus hijos.
- Para las drogas emergentes (setas mágicas, ketamina o salvia…) los resultados indican que las usan mayoritariamente los hombres de 25 y 34 años, de los que entre un 60% y un 90%, lo hacen en situaciones de policonsumo experimental (con cinco o más drogas).
Las personas que desean proteger a sus futuros hijos para que nazcan sanos, deberían abandonar el hábito de fumar y no consumir otras drogas, legales o ilegales, desde tres meses antes de abandonar el método anticonceptivo (o iniciar las relaciones sexuales) y mantener ese estilo de vida, al menos, hasta finalizar el periodo de lactancia. Pensemos que no hay justificación alguna para exponer al futuro hijo a factores NO NECESARIOS que pueden causarle daños irreversibles tanto físicos, como psíquicos y funcionales.
