Enero, mes de la Prevención de Defectos Congénitos: Pauta preventiva 8

8. Radiografías durante el embarazo.

La exposición a rayos X durante el embarazo genera una gran preocupación, no sólo entre la población general, sino también entre muchos profesionales sanitarios. De hecho, está muy generalizado el conocimiento de que las mujeres embarazadas NO deben exponerse a radiaciones ionizantes (como los rayos-X, y procedimientos de medicina nuclear). Sin embargo, aunque eso básicamente es cierto, necesita una explicación, siendo muy importante saber (como para cualquier otro factor ambiental de riesgo) que los potenciales efectos se producen en relación con las dosis. Además, cuando se habla de radiaciones ionizantes, se deben diferenciar si son utilizadas como procedimiento diagnóstico, o terapéutico, porque las dosis que se utilizan en cada uno son muy diferentes y, por tanto las que llegan y absorben los diferentes tejidos.

En resumen, en las mujeres embarazadas se pueden utilizar pruebas diagnósticas con radiaciones ionizantes que utilizan dosis bajas de radiación, SIEMPRE que su utilización sea TOTALMENTE necesaria. ¿Cuáles son esos procedimientos y dosis?

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¿A qué dosis se puede exponer a la mujer durante el embarazo? Una de las formas de medición de las dosis es en unidades llamadas Gray (Gy), que suelen ser en magnitudes de miliGy. En general las radiaciones que se reciben en los exámenes habituales con rayos-X son muy bajas. De hecho, para alcanzar una dosis de 10 mGy, se necesitaría la exposición equivalente a 100 radiografías de tórax. Como dato de referencia, la radiación ambiental que todas las personas recibimos al año es de alrededor de 1mGy. En general se considera que dosis de radiación bajas, como las de algunas radiografías, NO alteran el desarrollo embrionario o fetal; es decir, que no se incrementa el riesgo poblacional para defectos congénitos que tienen todas las parejas en cada embarazo. Además, las dosis de riesgo y sus efectos varían en las diferentes semanas de gestación y, sobre todo, con el tipo de procedimientos que se van a usar.

Tipos de procedimientos: Hay diferentes tipos de procedimientos, pero podemos clasificarlos en los utilizados para: diagnósticos comunes, diagnósticos de medicina nuclear y los de uso terapéutico.

  • Procedimientos diagnósticos comunes: La radiología diagnóstica utiliza dosis muy bajas, por lo que se pueden usar durante el embarazo, pero siempre aplicándolos a las dosis mínimas que sea posible.
  • Procedimientos de medicina nuclear: Hay diferentes procedimientos que varían entre ellos por el tipo de elementos radiactivos que usen. Unos podrían suponer un riesgo para el embrión y feto, pero otros, como los que utilizan los elementos radiactivos de periodo corto, como el tecnecio 99 (Tc-99m) no implican dosis altas para el feto.
  • Procedimientos terapéuticos (radioterapia): Estos suelen alcanzar dosis muy altas, por lo que están contraindicados durante el embarazo. No obstante, si peligra la vida de la madre, se debe hacer una valoración conjunta entre la pareja y los médicos que la atienden.

¿Cuáles son las dosis que llegan al embrión y feto? Este es el dato más importante que se debe conocer; y existe la posibilidad de calcular las dosis de radiación que llegan al útero en cada caso. En este sentido, es tranquilizador saber que las dosis que le llegan tras algunos procedimientos de medicina nuclear, y los de radiología diagnóstica, son bajísimas. Por ejemplo, con la radiología diagnóstica habitual aplicada a la columna dorsal (por un accidente, o cualquier otro problema), la radiación que le llega al feto es de un máximo de 0,03 mGy; si es aplicada a la pelvis 2,5 mGy, en el abdomen entre 2-5 mGy, y una radiografía dental es prácticamente nada (0,0006 mGy). Es más, según la Comisión Internacional de Protección Radiológica, una exposición durante el embarazo que suponga para el feto una dosis menor de 100 mGy, NO es justificación para la interrupción del embarazo.

Una contraindicación para el uso de radiaciones durante el embarazo: Es importante tener claro que, si un examen radiológico no es absolutamente necesario, aunque el riesgo sea muy, muy bajo, hacerlo estaría totalmente contraindicado. Esto es aplicable no sólo a las embarazadas, sino a toda la población, porque los efectos de la radiación son acumulativos.

¿Qué debe hacer la mujer embarazada en relación a las radiaciones? Advertir al médico si está embarazada, o si tiene sospecha de que puede estarlo. Además, si en los últimos días ha mantenido relaciones sexuales sin protección, también debe comunicarlo al médico porque en esa situación, no es válido realizar un test de embarazo, porque aún no va a dar positivo. Además, y para mayor tranquilidad, si la radiografía es en brazos-piernas o parte superior del cuerpo, se debe proteger el abdomen con un mandil de plomo. También le debe pedir al médico que al terminar le indique cuál ha sido la radiación que ha llegado al útero.

Si tiene alguna duda puede llamar al Servicio de Información Telefónica para la Embarazada (SITE).

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