2004 - Alfonso Delgado Rubio

2004 - Alfonso Delgado Rubio

Queridos amigos:

Quisiera una vez más llamar la atención, como lo han hecho prestigiosas firmas que me han precedido en esta tribuna, sobre la trascendencia que en nuestro país tiene la Fundación 1000 sobre defectos congénitos. Y quiero hacerlo desde la perspectiva que supone mi ya larga trayectoria como Profesor Universitario, dedicado a la asistencia, docencia e investigación en el campo de la Pediatría.

En la actualidad, en los países desarrollados, una de las causas más importantes de mortalidad y morbilidad infantil precoz la constituyen las malformaciones congénitas. Es necesario seguir profundizando en las causas de las mismas con el fin de prevenirlas y controlarlas.

Entre los objetivos de la Fundación está la vigilancia constante de los defectos congénitos que se producen en España. De esta forma, cambios en la epidemiología de los mismos podrán ser detectados de forma inmediata al saltar la alarma que nos permite reaccionar con prontitud y eficacia. Por otra parte la posible aparición de agentes teratogénicos está de esta forma controlada, por la posibilidad de que nuevos factores de riesgo puedan ser detectados. Todos estos objetivos, que están plenamente cubiertos, no sólo tienen un interés científico o académico sino también eminentemente práctico, ya que toda la información disponible debe ser ofertada a los profesionales sanitarios y a toda la sociedad. Es por esto por lo que la Fundación necesita desarrollar al máximo su función de educación sanitaria mediante una divulgación que llegue a toda la sociedad española cada vez más moderna, más culta y por lo tanto más justa y equitativa.

Es necesario que la sociedad en general y de forma especial los más jóvenes y, sobre todo, las mujeres en edad de procrear sepan que el con­sumo de tóxicos, alcohol, tabaco, etc. puede tener graves repercusiones en el desarrollo embrionario y fetal. Que determinados agentes infecciosos durante el embarazo (rubéola, virus de la hepatitis B y C, VIH, ...) pueden transmitirse al embrión y feto. Que determinadas enfermedades maternas (cardiopatías, diabetes mellitus...) pueden influir de forma grave sobre el futuro del neonato. Que no ingerir ácido fólico previamente y durante los primeros meses de embarazo aumenta el riesgo de malformaciones, entre otras cosas.

Pensemos, por tanto, que la labor de todos los que estamos compro­metidos con el desarrollo de la Fundación 1000, no es estrictamente médica, sino fundamentalmente social ya que su fin último es el de servir y evitar dolor y sufrimiento a la sociedad española.

2004 - Alfonso Delgado Rubio
Presidente de la Asociación Española de Pediatría